viernes, 9 de enero de 2009

Con la venia, Señoría.


Me gustaría iniciar saludando y deseando lo mejor, de corazón a cada uno de mis curiosos amigos que siguen por aquí y hurgan este rincón lleno de desordenes, para este recibido 2009….aunque para mi canalla se trate sólo de un decimal con el que continuar su dos mil ocho, ahora con cero nueve (2008’09).

Muchas veces al día, casi todos los días, me aburro de mí. Intento distraerme de muchas formas, unas más ortodoxas que otras. La caja de pandora del aburrimiento este año, la he destapado esta mañana en los juzgados. Primero pasando un frío de cojones me he puesto música a ver si entraba en calor, no sé porqué pero de los 80 GB del ipod he seleccionado Glasvegas… y luego a observar. Al principio, recreándome en los abrigos….antiguos…de esos de paño que se ponen los hombres que parecen señores, largos, como con algo de capa, grises, marrones, también del verde clásico que más que representar “la modernidad pepera” parecieran tener el mismo patronista que la sastrería de “Alianza Popular”…menos mal que llegó Rosalía enfundada en cuero y con una chaqueta monísima, estampadísima, llena de color sobre un fondo negro, al modo Custo. Puso un punto “ama” a todo ese circo de abogados que por allí deambulaban….menos mal. A partir de aquí mis reflexiones resbalaban por el negro satén de las togas. Qué poco favorecedoras, con esas pinzas en la espalda, y esos canesúes marineros de opereta… pero si hasta “El penumbra” las innova resultando bizarro el concepto… Rosana, deja de dar vueltas snobistas a estos uniformes que seguro que todo tiene su razón de ser….Será que realmente me aterroriza la uniformidad… un poco de sentido común, seguro que su aplicación es para conseguir que el evento resulte memorable, solemne, llenitico de prestigio… ¿entonces se alberga en ellas un afán por conquistar la neutralidad??... Seguramente, porque de no llevarlas, la indumentaria escogida del armario cada mañana después de la ducha, con antelación al café, revelaría datos personales y emocionales de cada uno de estos individuos… Pero no puede ser, ¡ahí hay una con encaje de bolillos en los puños!… Y si finalmente la justicia es de libre configuración ¿por qué no meterle unos vueltos con su entretela que le dé cuerpo y sus poquitos lunares, o su poquita pata de gallo si uno es más clásico que folclórico? ¿y qué me dices de unas tachuelas, y alguna cadena para los más rebeldes??...para verano organzas, popelina, un buen lino, clarico pa mitigar el calor, y minis. Y para el invierno pues algo menos ligero, un buen punto, cheviot, gabardina, un charol bonito que impermeabilice y que resbale, y color, mucho mucho color… Alguien tendría que contactar con David Delfín que es el diseñador fetiche de los modernos, o con Amaya Arzuaga y sus ciclos lunares, que esto está adormecido. Una poquita dulzura de Modesto Lomba o tal vez la diversión de Ágatha ruiz de la prada…

Una voz chillona grita mi nombre. Me está llamando, ahora mismo vuelvo…



Sra Juez, Sr Fiscal, lo peor es que resulta creíble. Debo salir en mi defensa. Aclararles y argumentarles que ante la exposición que éste hace sobre revanchas, vendettas, rencores y no sé qué más, para empezar es absolutamente infundada. Primero porque como dicen quienes me conocen, a mis padres, a la naturaleza ó a la divinidad se les olvidó ponerme este cajón, el del resentimiento; y segundo, porque fui yo quien determinó el basta, el no quiero más tuyo, el se acabó. Me supuso una liberación, y una pronta recuperación. Y entre promesas de cambio, se agotaron todas sus imposiciones…Lo dejé. Mi vida es rica, más que rica riquísima diría, desde entonces. Nada más lejos de aquel consejo familiar que en un pueblo como este te pudieran dar, “si necesitas un amante, lo tienes, pero que no se entere nadie… y a seguir, que la familia es lo primero”…como si fueran amantes de lo que se careciera.

Si que es cierto que no soy dócil, mas bien indómita, para mis padres díscola. Y que me revuelvo y no encuentro más punto de apoyo que batirme por aquello en lo que creo, y siempre, siempre desde la honestidad y la generosidad que también ellos me inculcaron.

Me ha preguntado usted, Sr. Fiscal, si a mi juicio él debería ser tratado como un delincuente, y en un sin pensar, con toda la condescendencia del mundo y a la ligera le he respondido que no. En definitiva no soy yo quién debiera manifestar un juicio. Ahora le pregunto yo a usted si se definiría como delincuente a aquel que deja a una pequeña de apenas cinco años, en el porche de casa en bragas, literalmente, porque dando un paseo ésta decide que quiere quedarse con mamá, y la rebeca, el sueter, el pichi, los calcetines y los zapatos que lleva se los ha comprado él. ¿Se tipificaría como delincuencia, dejar en la puerta de la calle lloviendo a cántaros y con un frío que pela rábanos, a dos pequeñas, por tener que ir a dónde quiera mientras una ese día deja de ganarse el mismo pan que hoy antepone él, media hora más tarde??... y encima y debajo, a callar como una puta porque siempre, y digo siempre, en todo ese cáncer emocional suyo seré yo que incurra en falta.

Necesito contarle un anécdota más, inverosímil de tan elocuente, que me dejó con las patillas colgando….sin anestesia. Era principio de verano de 2007. Estaba en el teatro, ensayando una obra, cuando sonó el teléfono (normalmente lo apago, pero ese día se me olvidó). “Te voy a denunciar” –encabezó la conversación- “a ti y a tu padre” –mi padre es propietario de una televisión. En temporadas realiza programaciones didácticas con niños. Un aula de inglés es lo que nos ocupa- “a ti por permitir que mis hijas, dos menores, sean grabadas; y a tu padre por hacerlo y emitirlo…”. Lo jocoso de la situación, lo omitiré por no extenderme. ¿¿Cómo calificar, o clasificar, o categorizar una actitud así?? ¿Es delincuencia?¿es fanatismo?¿es más una cuestión de salud mental?¿se trata de alguna patología por diagnosticar?...¿o en este puto planeta tengo una camara oculta enterica pa mí?...Tal vez no sea un delincuente, o si, no lo sé, eso usted mismo, lo que no está es mu fino….

Por último, para no dilatarnos más, Sra. Juez, Sr. Fiscal, ¿Puede alguien indicarme de forma eficiente y sin más pérdidas de tiempo ni para ustedes ni para mí, con pragmatismo, como coño se resolvería si la única solución que entiende viable la otra parte es concéntrica en torno a sí misma?...

Fíjese cuanto resentimiento y rencor me cabe que tengo que esforzarme para encontrar las respuestas, aunque estas acaben por ser retóricas y no salgan cuando tienen que salir….Cuando lo veo, tan…tan derrumbado, tan desencajaíto, tan afligido y desalmado, tan solo…tan triste, tan gordo, tan mayor de viejito… tan poco…me da tanta tanta pena, que todos los desordenes se me concentran y no me salen las respuestas correctas.

Dos días después. Me doy cuenta de la malísima defensa que hice. Siempre pienso a posteriori que todos sus argumentos son desmontables con tres ó cuatro preguntas. A, ¿En qué fecha cambian su maravilloso calendario laboral?, si por contado y descontado esta fuera la justificación necesaria para el Sr. Fiscal y la Sra. juez. B, ¿En qué fecha se firmo el jodido régimen de visitas?. C, ¿Por qué las denuncias contra usted, también por incumplimiento de este régimen, empiezan con anterioridad a ese cambio en el trabajo?...D y última, ¿Para qué designa algo que en conciencia sabe que nunca va a cumplir??...poder, querer…

Sra Juez, Sr Fiscal, lo peor es que resulta creíble.

Todo es tan susceptible como creíble. Llevo unas botas preciosas que me han echado los Reyes magos y estupendas para correr. Corro por la calle hasta alcanzarlo. Pienso que después de esa actitud conciliadora que ese simpático fiscal ha proyectado igual es perdurable hasta el paso de peatones. Me acerco y le digo, “igual es el momento de plantearte contratar a alguien para que esté con ellas cuando no puedas. Como cuando eran pequeñas y teníamos una canguro porque los dos trabajábamos. Han tenido que dejar de ir a todas las extraescolares porque yo sola no puedo hacer frente a los gastos y estos no estaban contemplados en la pensión de alimentos que firmamos. Piensa en ellas, no en mí, ni siquiera en tí”. Sin perder el frente de vista…una respuesta, “Te jodes. Tu tienes la custodia, yo un derecho”.

Bueno, que me despido…ha estado todo, correctito más bien, diría, Sra. Juez…qué calor mas bueno hace en esta sala…y lo dicho, que yo creo que a usted mas que el raso negro, un bonito corte en tafetán violeta con escote barco, muy generoso en la espalda …algo un poco más arriesgado sin incurrir en la ordinariez, le iría mejor a sus rasgos y mucho más acorde con su edad. Nos vemos en dos semanas.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero.... ¿todavía de litigios; no se acaba nunca?. No puedo comprender que exista esa necesidad de dañar. No conozco bien tu caso pero me resulta, cuanto menos, extraño. Espero que todo se vaya resolviendo e la mejor manera. ¡Luego dicen que si las separaciones amistosas!.
En cuanto a la forma de expresar tus vivencias judiciales sigo reiterando en la fantástica descripción de lo que te rodea. Me ha hecho sonreir la primera parte con tus análisis de esos ropajes justicieros y la manera en que los mejorarías. La segunda parte, me pongo en tu piel, es de suponer una angustia que tú, como siempre, un poco optimista y sarcástica, le quitas hierro anque habría que ver tus adentros. espero que todo se te solucione.
Un beso

Anónimo dijo...

Ánimo guapa!!! como tu bien dices, ya estan creciendo. De todas formas, nunca podrá llegar donde tu no le dejes llegar, piensa eso....

tqm Dory

combatientes70 dijo...

leerte, oírte contar todas estas atrocidades judiciales no me sorprende... te las escucho al segundo de que ocurren... espero que algunos de esos desconocidos que te leen a escondidas, en sus ratos libres en el trabajo, se den cuenta de lo absurdo de todo... tu prosa, tu monólogo es rico, y tremendamente teatral... me ha dado gana de cogerlo y montarlo... resérvalo... algo haremos con él... se me acaba de ocurrir una idea... te quiero...

patry dijo...

hay infecciones en el ambiente; el cerdo está infectado de rencor...q le vamos a hacer; ojalá el tiempo lo sanara pero creo que ya es demasiado tarde....
un abrazo amor

Anónimo dijo...

Pensaba que ya te había comentado esta entrada... Aunque no tengo palabras. Eso es para estar en tu piel... es para pasarlo.

Lo único que me deja claro todo esto son dos cosas. La primera es que tu personalidad es digna de admirar. El coraje... te sobra, desbordas. Me gustaría pasar más tiempo contigo y saber manejarlo como tú. La segunda es más que evidente: el sistema judicial en España es una puta mierda. Me ha tocado de cerca la justicia con condenas desmedidas... mientras ves en la calle a verdaderos delincuentes.

Rosana, más nos vale fijarnos en esos abrigos señoriales... al menos sacaremos una buena lección sobre lo que no queremos ser.

Lo que sí quiero ser es un poquito más tú. ROSANA-CORAJE, mil besos.

Anónimo dijo...

Nunca te ha conocido,¿jugar a ganarte?. Nunca podrà; no lo conozco, incluso dudo si su rabia es el reflejo de saber que nunca ganará, incluso dudo si es consciente de su impotencia. No concibo que se pueda vivir asi y obviando a lo único que le podria quedar:ellas.
En fin,abrazos y creo que ya tienes material para tu disfraz de carnaval.