La feria es una actitud. No es de todos. Aunque sí para todos, en realidad es sólo de quienes están abiertos y abren sus puertas a to…amigos, familia, foráneos…concilian. Es de quienes no compiten, enseñan, muestran, comparten…es de quienes disfrutan de encuentros extremadamente desmedidos, más que cualquier otro el resto del año…de quienes las risas, un vino, y cualquier música los hace más permisivos…Generosos…y se olvidan…abandonan en sus zaguanes todo lo estricto, todo el orden que después septiembre les obligará a llevar hasta un nuevo agosto…Es de quienes saben que un caldo repone, y un tomate hidrata, y por eso días antes se esmeran muy mucho en que esto ni falte ni falle…es de los excesos…es de quien sabes que lo mismo puedes recurrir pa echar un flamenquín que un “Almax”… es de los que no salen sin chupar una pastilla o hacer gárgaras con cualquier poción que consuele su garganta cuando ya no queda voz…y siguen gritando… es de los que sudan, bailan, cantan, se emborrachan, la pelan, besan, lloran…se emocionan.
Aun no entiendo que permanezcan algunos para fiscalizar el ruido…que se marchen, que se vayan a la playa, que viajen…que la feria viene con música, con bafles, con estruendo, con megáfonos, servida de ordinariez y con un esperpéntico gusto por el derroche.
Se mama.
Siempre aparece quién alude a un ombligo… mas bien diría yo, al hedonismo del que hago gala. Profeso coherencia en mis excesos. Tengo mayores, menores que se ensucian y no conciben ningún mundo sin ruidos, y enfermos qué agradecen la música que la vida tiene más allá del murmullo que el hospital les sugirió en obligados momentos…vecinos que martillean a ritmo acompasao sin perder ningún tiempo en su camión, motosierras que a las seis de la mañana rebanan brazos de olivos….VIVA
FELIZ FERIA Y FIESTAS DE SAN BARTOLOME 2008