- será por que siempre te trata bien.
Claro. Eso debe ser. Quiero que en este preciso instante todo tú dejes de respirar, de existir...Quiero que cada uno de tus poros se convierta en papila y capte mi sabor, y me deguste... Quiero que cada una de tus glándulas no se trate mas que de una inmensa poza, de un manantial de saliva que me haga resbalar.... Quiero que en este preciso instante todo tú te transformes en
tu enorme y preciada boca
Tu lengua sale a pasear sola por las noches. A veces me tropiezo con ella. Tan indefensa como un animalillo, tiembla. Tiembla. Perdida. Desorientada. Vulnerable. Necesito ir a su encuentro. Aliviarla. Decirle que no. Que dejó de estar sola. Que estoy todo lo cerca que se puede estar, que estoy dentro. Que ese trozo de mí, marrón, hacía un rato era esponjoso y ella y su perseverancia han trocado y ahora resulta imperecedero. Que este erguido pezón, este izquierdo, no tiene identidad en su ausencia.... Que no me iré y que incluso "mataré monstruos por ella"...
-¿qué sientes?
-tu corazón en el coño.
...y entonces, tratándonos de uno sólo, recostados sobre nuestro único costado, hombro izquierdo contra hombro derecho, cadera derecha junto a cadera izquierda, vientre con vientre....te empapo con todos los fluidos que en mi corazón tengo. Salen todos. Tú me das. Sube el ritmo... El compás de nuestra respiración transformada. Jadeos. Jadeos. Jadeas. Aguas de ríos que nos recorren. Nos corren. Me llenas.
-yo también siento tu corazón. Lo siento dentro. También late dentro de mi coño. Aumenta la presión en mi cavidad. Sístole. Disminuye la presión dentro de mí. Diástole.
Estoy llena de ti.