Germinar

(…)Resulta irónico que seas tú quién agradezcas un brindis de confianza y cariño. Touché. Entro desvergonzada a deshoras en tu zaguán y tú me dejas pasar. Y lo mejor, cuando retomo la vuelta, me doy cuenta que has llenao mi mochila de víveres pa’l camino. Aquí me tienes...si hasta hace unos días me acojonaba la idea de que entrara la primavera, hoy con el polen me hago unos zarcillos. Estoy con subidón creativo, y las imágenes, y la frivolidad, y la necesidad, y el deseo, y los colores, y la sonrisa, y algún beso robao, y los volantes de mi vestido, y el desconcierto, y unos labios lascivos, y los viejos éxitos, y mis discos de vinilo, y también mi música de ahora, y el pensamiento, y un escote generoso, y un poco de delirio en rama, y esa carcajada incontrolada, y lo efímero, y bici porque no tengo, y las macetas de geranios, y una pieza de fruta, y lo inesperado por inusual, y la falta de concentración, y las ganas de follar, y unos tangos, y el amarillo, y las caderas, y unas sábanas, y su poquita astenia primaveral, y el pañuelo de pirata, y las estrías, y la complicidad, y un lunar, y las ganas en general, y el calor, y una alhambra 1925, y lo insustancial, y el tomar, y el texto que me tengo que aprender, y los amigos, y algún personaje que me gusta interpretar, y mis zapatos rojos... to, lo saco a pasear. (…)