Bueno no sé, quizá el verdadero sabor del rojo sea el mismo que el del cobre de las pesetas con las que me iba al puesto a comprar gominolas dulces, azucaradas. Le robaba a mi madre las pesetas que descuidaba en cualquier rincón. Me las metía en la boca. Las colocaba estratégicamente debajo de la lengua, y me salía sin cruzar palabra, corrrriendo hasta el primer kiosco donde intercambiaba lo salado y agrio por un dulce premio… ¿porqué me obsesiona el sabor de este color?. Nada tiene sabor si no hay olfato. El olor determina todo el sabor… Entonces, ¿cómo olerá el rojo?...¿cómo huele la sangre?…como huele una casquería…como huele una hemorragia… como huele un coño cada 28 o 30 días, cuando inicia el ciclo… cuando se retoma la vida…la génesis en sí misma… No el rojo almagre, envejecido… mas bien corinto, como el vino… mejor, bermellón, limpio… Cuando regresaba exhausta, con mi botín, ella ya se había dado cuenta del extravío y me esperaba. Esperaba intentando salvarme del día siguiente. Preguntaba y yo mentía…Igual la mentira también es roja…igual es ácido y salado el sabor de la mentira… Ella me Proporcionaba una buena tunda. Entonces yo dejaba de hablar…pero sangraba. Manaba de mí el rojo. El labio que hacía un rato tenía restos de azúcar, ahora no era más que una fuente ensangrentada. La saliva y la sangre se mezclaban, se derramaban junto al miedo. Todo sabe agridulce. Todo resulta peguntoso… Y entonces y ahora vuelvo a tener el sabor de aquellas pesetas de nuevo en la boca…
El rojo puede saberte a vida…igual a muerte… a ella el rojo le supo a salvación…No tengo claro si se trataba de la suya?? o tal vez fuera la mía???.
13 comentarios:
chiquillaaaaaaaa!!!!!
A mi me gusta el rojo pero con sabor a collac de fresa, (se dice así....???)
Debería haber puesto aquel disco...
Era verano. Bueno no, aún no había llegado el verano. Era finales de mayo, a punto de llegar el verano, y hacía un tiempo estupendo, propio de la primavera, cuando aún los efectos del cambio climático no eran tan evidentes. Estábamos en casa todos, excepto mis padres y una de mis hermanas. Es decir estábamos seis y cada uno estudiando lo suyo. ¿Cómo nos repartiríamos?, ¡no había tantas habitaciones!. No lo recuerdo. Yo preparaba los exámenes finales en el salón. Ese salón que había en todas las casas de padres al que no se podía entrar porque estaba muy bien decorado, impoluto... pero sólo para ver y recibir a las visitas. El caso es que como éramos tantos mi madre tenía asumido que ahora tendríamos que utilizarlo como una habitación más, aunque fuera sólo para estudiar y oír música en aquel viejo tocadiscos en el que debería haber puesto aquel disco...
La tarde había sido larga y yo ya estaba harto de estudiar. Descanso. Venga vale. Debería haber puesto aquel disco de Los Pistones que había comprado unos días antes y oirlo durante mi descanso, leyendo las letras y disfrutando de la portada y los créditos. Pero decidí quedarme sentado frente a las grandes puertas de cristal que daban al balcón. Pensando en quién sabe qué.
Las puertas de enormes cristales estaban entreabiertas, se colaba un aire limpio y la vista era genial desde ese sexto piso. Mi hermano el mayor revoloteaba por el balcón. Estudiaba Medicina y se ve que ya estaba también un poco harto, como yo. La típica broma desde fuera, un insulto cariñoso quizás... Intentó entrar a darme una colleja, supongo, y mi instinto me hizo empujar la puerta para que no entrara. La atravesó con su brazo y el cristal se rompió en mil pedazos. Un segundo de silencio... Después la sangre más roja que he visto en mi vida empezó a brotar de la enorme herida que había en su muñeca. Confusión y un rastro de sangre muy roja hasta el cuarto de baño, en la otra punta del piso.
Otro de mis hermanos hablaba por teléfono con mi hermana que estaba en Granada. ¿Qué pasa?, dijo ella al oir el jaleo. Nada, que E. se ha cortao las venas ¡qué cabrón!, ¡qué forma de decirlo!. Seguro que ella se quedó mucho más tranquila...
E. estaba tranquilo, iba a ser médico y sabía lo que tenía que hacer. No le asustó ver sus propios tendones en aquella herida, aunque pensaba en la suerte que había tenido porque ninguno estaba dañado. Yo me hundía. Debería haber puesto aquel disco...
A miedo, a eso me supo el rojo aquel día. A miedo...
nunca me gustó el rojo, no es uno de mis colores favoritos, el rojo no me sienta bien, lo prefiero en cualquiera de su extensa gama, mezclado con cualquiera de sus colegas, el cyan o el amarillo, lo prefiero tirando al fuxia. El rojo no, no me vá, me hace parecer más pálida,más blanca, más débil. No, definitivamente no me va el rojo. Una vez compré unos zapatos rojos, y ahí estan , sin estrenar. No veo la hora de combinarlos, No, definitivamente no me va el rojo. Mejor el azul.
;)
fotaza Roxi, fotaza
Heyyyyyy rojilla!!!!
Como vas?ya veo que no paras de editar entradas nuevas,yo no tengo tiempo,las opos me quita todo del que dispongo.
Me ha recordado tu entrada al día que estuvimos en Granada,sentados en Principe comiendo y discutiendo el sabor de las cosas,te acuerdas???
Bueno nena,voy a seguir estudiando un ratico más.
Un beso.
P.D. Por cierto,el rojo es un color que ni me gusta ni me disgusta,ahí está,pero prefiero otros.
Ciao.
Bicos bermellos!!!!
El rojo es para sinónimo de la sangre y para mi la sangre es la herencia, la familia... en el rojo transmitimos a nuestros hijos lo que somos o lo que queremos ser... o lo que fueron nuestros padres o nuestros abuelos... o nuestros recuerdos... podemos transmitirles odios, amores, recuerdos olvidados de por vida o que siempre están en nosotros, días únicos, días grises... gustos... disgustos... pero todo esto no se transmite solo por la sangre... se puede transmitir a través de la energía que tiene la sangre y que se escapa a través de la piel... esa energía que hace que nos sintamos más próximo unos de otros... o que hayan odios viscerales... la sangre nos forma como personas... y nos une o nos repele... para mi el rojo es el color de la vida... quien da color a nuestra piel... y cuando morimos la sangre se hiela y la piel se queda blanca gris... el rojo es la vida.
Aunque suene a tópico barato a mi el rojo me evoca a pasión, a toda la gama de pasión existente, como esa que brotaba de las venas de un loco enamorado, como esa de cada 28 días que mancha mis bragas y me deja claro que sigo siendo mujer y puedo seguir amando, me sabe a mucho, cuando me rozo sin querer el labio seco con la boquilla de un cigarro y al quitarlo me arranca parte de mí, brotando mi sangre en cualquier lado,dejando mis entrañas esparcidas por el mundo, lo más mío que tengo, me sabe a sexo desenfrenado y pasión desbocada sobre unas sábanas manchadas del sudor de dos cuerpos, me sabe a ira, a despecho, a gritos, a palizas, a maltrato, a crucifijos, cruces de mayo y viernes santo, a guerra civil, injusticia y continua lucha por la libertad....me sabe a mucho, me sabe a poco
Estoy de acuerdo. El rojo es la vida , la pasion, el fuego. Es la sangre que alimenta nuestra celulas y les da vida, el soplo de oxigeno.. la fuerza primigenia para salir ahi fuera y respirar, sentirse vivos, llenos, plenos.... SENTIRSE. Siempre fui un apasionado del color; de la paz del azul , de la pasion del rojo, del triste gris de otoño, del anacarado blanco matinal en primavera... Cada color representa un estado de animo, un prisma distinto viendo sin embargo lo mismo...
El rojo hace que emanen jilgueros en el alma que hagan disipar la niebla en lontanaza.
Perdon por la visita; solo quise hablar desde mi vision apasionada del color,del rojo eterno que no se debe echar de menos en todo atardecer....
Saludos
El rojo siempre me transmitió pasión, fuerza, energía, decisión, todo lo que empieza, lo que se regenera... lo relaciono con un sabor fuerte, ácido, que se adhiere a tu lengua y te hace palpitar, te estremece, te sacude.
Yo siempre te sentí de rojo.
Te kiero.
Para mí el rojo es el color de la vitalidad, del sol cuando nos da en la cara, del optimismo y de la desmesura...
Es mi color favorito, todo lo importante en mi vida está teñido de rojo de alguna manera. Y mi mayor capricho es rojo... una Fender Strat que me regaló hace tres años mi persona más roja...
También es el color de mis caprichos, como queda patente.
Besos colorados.
a mi me sabe a pasión, a realidad, a fuego, a crueldad, a amor... es intenso, es energía, dinamismo. Es mi color favorito. Necesito tenerlo a mi alrededor, me inspira. Tengo comprobado que si pongo la funda de la cama de tonos rojos, estoy de mejor humor y me apetece más trabajar que cuando está la de tonos azules o verdes, jeje.
Besos
aunque buenoooo! rectificoooo! por mi cumple me regalaron modelazo rojo pasión que auguro me va a quedar mu bien con mi morenoooo veraniegooo! ejjejeje
por cierto, no hay quien vea por la mañana en el curro tu blog! me ha saltao una tia cantandoooo que me ha delataooo!! ;(
Tú sí que eres Rojo, entera toda. Jeje. Qué bien lo pasé el otro día en la entrevista. La montaré con mucho cariño, para ver si queda perfecta. Besos Lunares.
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